sábado, 26 de noviembre de 2011

CARLOS CASTANEDA. EL NAGUAL.

Parte sesenta-i-cuatro del capítulo dos.

(primera despedida)

Ante el fracaso total de los autores a la hora de mover su punto de encaje para corroborar las Manifestaciones del Espíritu, el narrador se ve obligado a cerrar este capítulo que ha sido muy poco rentable, ni tan siquiera hemos aprendido economía, ni cómo jugar en la bolsa...

Los autores quieren constatar que, a lo largo del mismo, ellos si han jugado a la lotería pero el Espíritu no ha tenido ni una miserable manifestación que se precie, aunque sólo hubiera sido en forma de reintegro. Por qué los ruäs pueden jugar con la bolsa de los demás y los nativos no pueden jugar ni con el reintegro? por qué todos los políticos consideran que hacen un gran favor a los nativos con su gran esfuerzo y dedicación para que las cosas mejoren y los nativos consideran que lo único que hacen es hacerse un gran favor a sí mismos? es algún funcionario el que decide, cuando nacemos, si podemos dedicarnos, o no, a la política dependiendo del coeficiente intelectual? En caso afirmativo, no sería aconsejable jubilar a dicho funcionario tras cuarenta siglos de abnegados servicios a la causa, y poner en su lugar a un eventual con masters e idiomas pero que entienda que los del nivel medio y alto no son exclusivamente para nativos honestos y rüas deshonestos? para cuando el comunismo de clase alta, aunque dejemos el de muy alta para ruäs, políticos, funcionaros de alto standing, y un pequeño hueco para los nativos deportistas, músicos y actores sobresalientes, al fin y al cabo siguen siendo los gladiadores victoriosos y ejemplo para los nativos, sólo que antes se jugaban la vida en cada actuación. Al paso que vamos no se tardará mucho en volver a eso, o más bien no creemos que haya sido abolido en absoluto ese tipo de espectáculo a lo largo de la historia del hombre.

Por el bien común mejor dejamos aquí este capítulo antes que todos los anteriores se abalancen sobre los autores, bueno, ellos no, no les gusta ver la sangre, ya se ocupan para que unos cuantos descerebrados bien aleccionados lo hagan por ellos. De ahí la facilidad que tienen todos los rüas para meterse en güerrras.  O acaso es para que los nativos fuertes y valientes no tuvieran tiempo para pensar qué cojones estaban haciendo matando y muriendo contra otros nativos exactamente iguales a ellos? estáis dispuestos a acabar con el mundo con tal de que nadie toque vuestros coches, y vaya que sí, lo estáis logrando, a la humanidad le quedan dos telediarios.

Ante el inminente fin del mundo a los autores les quedan dos caminos, o bien se jubilan dado el número de partes (de momento les queda sólo la última parte del capítulo dos, la sesenta-i-cinco) o bien se lanzan de cabeza a por la segunda historia de brujería: El Toque del Espíritu.

El narrador, dado que se quedaría en paro, confía que elijan luchar, pelear hasta el final y si en el camino adquieren unas migajas de Conocimiento, deben entender que siempre serán un regalo del Espíritu.

Una pequeña nota final, mover el punto de encaje debe ser un proceso íntimo y silencioso, sin encantamientos ni abracadabras. Lo difícil de entender y asumir es que solo  necesitamos silencio interno. Ser tan sencillo y casi imposible de lograr es lo que hace que sólo pensarlo resulte difícil. 

Si hay algo positivo que se pueda sacar de este capítulo es que al menos los autores son algo más conscientes de su muerte y se han dado cuenta que aunque todo falle a su alrededor, pensar en ella y en ser conscientes que aún no les ha tocado, les ayuda a sobrevivir en este mundo absurdo que han creado.


“El problema del hombre es que intuye sus recursos ocultos pero no se atreve a utilizarlos. Por eso dicen los guerreros que es el contrapunto que crean su estupidez y su ignorancia. El hombre necesita ahora, más que nunca, que le enseñen nuevas ideas que tengan que ver exclusivamente con su mundo interior; ideas de Chamanes, no ideas sociales; ideas relativas al enfrentamiento del hombre con lo desconocido, con su muerte personal. Ahora, más que nunca, el hombre necesita que le enseñen los secretos del Punto de Encaje.”

elaprendizdechaman@gmail.com

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