miércoles, 23 de noviembre de 2011

CARLOS CASTANEDA. EL NAGUAL.

Parte sesenta-i-dos del capítulo dos.



(estamos cerca del fin del capítulo dos y seguimos sin encontrar las Manifestaciones del Espïrïtu) 


El primer centro abstracto de las historias de brujería son "Las Manifestaciones del Espíritu." Seguro que todos hemos tenido sensaciones extrañas en algunos acontecimientos de nuestra vida, una ráfaga de lucidez que aparece al instante, un instante que parece una vida, una vida que desaparece al instante, una angustia que se transforma en miedo y un miedo que nos impide pensar en algo que no seamos nosotros mismos.

El Espíritu está ahí, siempre presente, se nos manifiesta continuamente pero, como no tenemos ni una pizca de energía sobrante, somos absolutamente ciegos a su presencia. Vivimos con la absoluta convicción de que este es el único mundo posible y cualquier cosa que se salga de eso la rechazamos inmediatamente y la borramos de nuestra memoria.  Quizás la brujería se inicie con el “Tener que creer”, hay que partir de algo, pero como no tenemos nada, tenemos que creer a los que nos dicen que el Punto de Encaje existe y que además se puede mover, y muchos años más tarde llegar a comprensiones de brujos, capaces de moverlo a voluntad para explorar todas las posibilidades que están al alcance de todos nosotros pero sólo ellos pueden hacerlo.

Por lo visto hasta ahora, tenemos que ahorrar energía robándosela a la importancia personal, debemos aprender y asumir los principios del acecho: no tener compasión, ser astutos, pacientes y simpáticos, debemos aprender a ensoñar nuestro “Cuerpo de Ensueño” para así poder enfrentarnos al Águila y sus emanaciones y a la fuerza que dimana de ella y que lo domina todo: El Intento.

El Intento es la fuerza omnipresente conectada a todo, (no es Dios), y a todos. Nuestro vínculo con el Intento está contaminado con las preocupaciones de la vida diaria, por eso la brujería es el proceso de limpiarlo. Para ello hay que eliminar aquello que nos supone un lastre para volar. Somos globos de energía y tenemos que tirar los sacos de arena que nos anclan a la realidad ordinaria. 

El Nagual Don Juan, a través de los libros de Don Carlos Castaneda, nos narra de  manera genial e irrepetible las historias de brujería, de ellos mismos y de otros Naguales, asociadas con cada centro abstracto. Se  recomienda vivamente que se lean y se trate de asociarlas y en comprobar cómo se repite en todos los brujos. Las historias de brujería del Nagual Julián con Don Juan son un monumento hilarante al Intento y a todo lo que representa.

Necesitamos un sabio consejo del Nagual Don Juan:


“Los guerreros deben ser impecables en su esfuerzo por cambiar, con el fin de asustar a la forma humana y deshacerse de ella. Al cabo de años de impecabilidad, llegará un momento en que la forma humana no soportará más y se irá. Es decir, llegará un momento en que los campos de energía, retorcidos por toda una vida de hábitos, se enderezarán. Este enderezamiento de los campos de energía afecta profundamente al guerrero, que puede incluso morir;  pero un guerrero impecable siempre sobrevive.”

elaprendizdechaman@gmail.com

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