miércoles, 19 de octubre de 2011

CARLOS CASTANEDA. EL NAGUAL.

Parte treinta del capítulo dos. 
(estamos centrados en la lucha de los autores contra sí mismos) 


El Nagual Don Carlos le pregunta al Nagual Don Juan cómo se logra cumplir los tres requisitos: el no ser rutinario mientras se borra la historia de nuestro paso por el mundo y se elimina la importancia personal. 

        Don Juan le dijo que nadie, ni los chamanes, tienen idea de cómo hacerlo de una forma práctica y eficaz. Pero si se empieza a realizarlo se concluye sin saber siquiera qué fue lo que vino a ayudarles. La dificultad viene del hecho de que, en nuestra vida, carecemos por completo de la idea que nos incitaría a cambiar. Cuando el Nagual Don Julián le encomendó a DJ esa tarea todo lo que necesitó para llevarla a cabo fue la idea de que podía lograrse. Una vez que tuvo la idea, la realizó sin saber como. 

        Quien lo logre estará justo frente al Camino del Guerrero. El camino del Guerrero es un armazón de ideas establecidas por los chamanes del antiguo México dada su capacidad de ver la energía tal como fluye libremente en el universo. Por esa razón, el camino del Guerrero es un soberbio conglomerado de hechos energéticos, de verdades irreductibles determinadas exclusivamente por la dirección del flujo de energía del universo. No hay nada en esa estructura que pueda objetarse o cambiarse, es una estructura perfecta en sí misma y por sí misma. Los hechos energéticos no admiten discusión ni especulaciones acerca de función o valía. 


        Desde luego, pretender  que los autores sean conscientes de que se puede lograr el no ser rutinario mientras se borra la historia de nuestro paso por el mundo y se elimina el sentimiento de la importancia personal partiendo simplemente de la idea de que se puede lograr es una batalla perdida. Necesitan métodos, procedimientos y guías que les conduzcan a la sola idea de cambiar. Pero tienen que entender que el camino del Conocimiento es individual, y muy oscuro, no hay nada claro, nada que se pueda dar por sentado, nada que sirva de guía. Sólo existe la idea que se puede cambiar para empezar a hacerlo. Sólo existe el “tener que creer” que existe un poder increíble al alcance de la mano, y que basta con extenderla para tocar el infinito, lo abstracto, el Espíritu. 

        Los autores necesitan Ver, para ello necesitan mover el Punto de Encaje, para ello necesitan ensoñar y acechar, y para ello el único punto de partida es la idea de que puede lograrse. Al mismo tiempo tienen que buscar el Silencio Interno y las Manifestaciones del Espíritu intentando estar Conscientes de Ser y conscientes del papel que tiene la percepción en sus vidas. 


“El guerrero debe aprender tres técnicas para ayudarle a borrar su historia personal: Perder la propia importancia, asumir la responsabilidad de los propios actos y utilizar a la muerte como consejera. Sin el efecto benéfico de estas tres técnicas, el borrar la historia personal le hace a uno veleidoso, evasivo e innecesariamente dudoso de sí mismo y de sus acciones.” 

elaprendizdechaman@gmail.com

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