domingo, 18 de septiembre de 2011

EL NAGUAL DON CARLOS CASTANEDA

Entrega ocho del capítulo dos.
 ( en esta entrega los autores se pasan al estudio de las crisis financieras Reales )


Como no hay una respuesta clara y precisa a la pregunta de como se va al cielo, mejor será que el narrador dirija su Procesador de Textos hacia el dafff (director administrativo y financiero de fraudes flojitos) de esta empresa, no vaya a ser que tenga razón y el punto de encaje esté en la pasta. Para ello, y como gran primicia mundial, la editorial SMIB Inc.Corp, nos ha prestado un documento realmente histórico acerca de cómo los Ruás (Rois) salían de las crisis financieras.

        Se trata de un documento que refleja de cómo un Ruá, nada menos que Luis XVI de La France, en el año 1.789, se dispone a dar un sablazo colectivo a toda la Nación empujado por su DAFFF (Director Administrativo Financiero de Fraudes Fantásticos)  que le comunica que dada su Augusta manía de meterse en Güerras había conducido al ESTADO y a ËL mismo a la Banca-Rota. Para paliar esa inaceptable situación, tras una larga y profunda reflexión y reuniones con su gabinete de supercrisis y Banca-Rotas financieras, convoca los “Estados Generales” en el que, decide que sean sus pobres súbditos, que aparte de poner todos los muertos de las güerras, los que deben poner la pasta para que el Ruä viva como tal. Fíjense en la sutileza del sablazo.

        Aunque en principio puede resultar un ladrillo, método utilizado hasta nuestros días para que no nos enteremos de nada, recomienda el dafff su lectura pausada para poder realizar posteriormente un comentario apropiado al texto, explicando los síntomas de la banca-rota, los ingresos del estado, planes para superar la crisis y qué grupo social fue el más beneficiado. Vamos allá.


***** CONVOCATORIA DE LOS ESTADOS GENERALES ********

Le Ruä.

        NOS tenemos necesidad de nuestros fieles súbditos para ayudarnos a superar todas las dificultades en que Nos encontramos, relativas al estado de nuestras Finanzas, y para establecer, siguiendo nuestros deseos, un orden constante e invariable en todos los aspectos del Gobierno que afectan a la felicidad de nuestros súbditos y a la prosperidad de nuestro Reino.

        Estos importantes motivos Nos han determinado a convocar la Asamblea de los Estados de todas las provincias de nuestra soberanía, tanto para aconsejarnos y asistirnos en todos los asuntos que serán expuestos ante ellos, como para hacernos conocer los deseos y las peticiones de nuestro pueblo, de manera que por una mutua confianza y un amor recíproco entre el soberano y sus súbditos sea aportado lo más rápidamente posible un remedio eficaz a los Males del Estado, y que los errores de todo género sean reparados por buenos y sólidos medios que aseguren la felicidad pública y que nos aseguren, a NOS particularmente, la calma y la tranquilidad de que estamos privados desde hace largo tiempo.

        Por estas causas, NOS os advertimos y significamos que nuestra voluntad es de comenzar a celebrar los “Estados Libres y Generales” de nuestro reino el lunes 27 próximo, en nuestra villa de Versalles, donde deseamos que se encuentren alguno de los Más Notables individuos de cada provincia, bailía y senescalía.

        Y para ese efecto os mandamos y muy expresamente ordenamos que, en cuanto sea la presente recibida, hagáis elegir, escoger y nombrar a todas las personas dignas de esta gran prueba de confianza, y serán los dichos diputados provistos de instrucciones y poderes generales suficientes para proponer, representar, advertir y consentir todo lo que pueda concernir a un orden fijo y durable en todos los sectores de la administración, la prosperidad general de nuestro reino y el bien de todos y cada uno de nuestros súbditos.

        Asegurándoles que, de Nuestra parte, encontrarán una total buena voluntad y afecto para mantener y hacer ejecutar todo lo que haya sido concertado entre NOS y los dichos estados, sea relativo a los impuestos que hayan establecido, sea para el establecimiento de una norma constante en todos los sectores de la administración y del orden público; prometiéndoles solicitar y escuchar favorablemente sus dictámenes respecto a todo lo que pueda interesar al bien de nuestros pueblos y atender las peticiones y proposiciones que se hagan.

        De tal manera que nuestro reino y todos nuestros súbditos, en particular, sientan hondamente para siempre los efectos saludables que deben esperarse de tan notable asamblea. 

                                        Dada en Versalles el 24 de Enero de 1.789.

                                        SSSMMM “Le RUÄ DE LA FRANCE”

                                        ** LUIS XVI**

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