domingo, 25 de septiembre de 2011

CARLOS CASTANEDA, EL NAGUAL

Entrega undécima del capítulo segundo.
(volvemos al Espíritu y al “punto de encaje”)


        La mayoría de los párrafos de esta empresa son una copia textual de LOS LIBROS DE LA TEORÍA, la de el Nagual Don Carlos Castaneda insistimos. El narrador se ve obligado a ello con el fin de estimular a los autores e intentar que nos cuenten algún hecho de su vida en el que podamos vislumbrar el Espíritu. El narrador parte de la base que el Espíritu se manifiesta constantemente a todos pero sólo los que han logrado ahorrar energía son capaces de Verlo. Los autores no forman parte de ese grupo en absoluto, y el narrador empieza a tener serias dudas acerca de si ha elegido correctamente a unos personajes que sean capaces de siquiera vislumbrarse a sí mismos. Estará el Espíritu en un remolino?, en un pájaro?, en una ráfaga de aire?, en la llama del mechero?, en un sueño? en nuestra propia estupidez?,

        Hasta ahora no hemos hecho mención al Arte del Ensueño desde el punto de vista de un brujo. Consiste simplemente mover el Punto de Encaje mediante el sueño.

Un descubrimiento monumental de los Antiguos Videntes fue el darse cuenta de que el Punto de Encaje se desplaza muy fácilmente durante el sueño. Este descubrimiento dio lugar a otro: que los sueños están totalmente asociados a con ese desplazamiento. Los brujos antiguos vieron que cuanto mayor era el desplazamiento más inusitado era el sueño.

        Los brujos consideran el Arte de Ensoñar como un arte extremadamente sofisticado. Lo llaman también el arte de desplazar a voluntad el punto de encaje de su posición habitual, a fin de expandir y acrecentar la gama de lo que se puede percibir.

        Los Antiguos Videntes construyeron el arte de ensoñar basándolo en cinco condiciones que Vieron en el flujo energético de los seres humanos:

I-        Vieron que sólo los filamentos energéticos que pasan directamente a través del Punto de Encaje pueden ser transformados en percepción coherente. 
II-        Vieron que si el Punto de Encaje se desplaza a cualquier otra posición sin importar cuán grande o diminuto sea el desplazamiento, otros filamentos energéticos que no son habituales comienzan a pasar a través de este. Ello hace entrar en juego el fulgor de la conciencia, lo cual fuerza a estos filamentos energéticos a transformarse en percepción coherente y estable.
III-        Vieron que en el transcurso de los sueños normales, el Punto de Encaje se desplaza fácilmente y por sí solo a otras posiciones en la superficie o en el interior del huevo luminoso.
IV-        Vieron que por medio de la disciplina es posible cultivar y ejecutar, en el transcurso de los sueños normales, un sistemático desplazamiento del Punto de Encaje.
V-        Vieron que incluso se puede hacer que el Punto de Encaje se desplace a posiciones fuera del huevo luminoso y entre al reino de los filamentos energéticos del universo fuera de lo humano. 

Ahí queda, fácil, todos a dormir, a Ensoñar, y a mover el Punto de Encaje, como quien va al cine. La sola posibilidad de explorar todas las emanaciones del Äguila que pasan a través de nuestro huevo luminoso aterra por su inmensidad, por el miedo a lo desconocido y desde luego porque no hay manera de corroborar que sea factible. Somos ciegos paseando al borde de un inmenso precipicio, cualquier error por mínimo que sea, acaba con todo en un instante. Será fácil?  Será sólo cuestión de intentarlo?  Se puede llamar a gritos al Espíritu? y si está en el futbol?

“Un guerrero actúa como si supiera lo que hace, cuando en realidad no sabe nada”

elaprendizdechaman@gmail.com

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