jueves, 1 de diciembre de 2011

CARLOS CASTANEDA. EL NAGUAL.


Nota cuarta tras el fin del capítulo dos.

( suicidas al borde de la cordura ) 

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nota del narrador a modo de explicación: está claro que los autores tienen una muy limitada cantidad de energía por lo que obviamente la necesitan toda para poder comer y sobrevivir día a día, ... y por su esto fuera poco, en aquellos instantes en los que quizás podrían pensar en algo diferente se dedican a la verborrea intelectual dedicada a sí mismos, ... a lo mucho que sufren ... y a que la vida es injusta con ellos con todo lo que trabajan y se esfuerzan ... que cuando les va a tocar aquello del que la sigue la consigue ... lamentable ... llevan toda la vida corriendo delante de la muerte como desaforados pensando que son inmortales, ... pensando que las cosas suceden por sí solas, ... que el destino es inamovible y que sus limitadas decisiones se pueden revocar ... ese es su mayor error ... siempre deciden en favor de la razón y lo razonable ... se olvidan constantemente que la sacrosanta razón y lo razonable no es más que una determinada posición del punto de encaje ... que su poder viene del que toda la humanidad lo tenga en la misma posición ... si fueran capaces de moverlo voluntariamente, aunque fuera mínimamente, verían que la razón no es más que una estrella dentro de una galaxia de millones de estrellas ... verían que las pequeñas variaciones de la posición del punto de encaje entre los humanos es lo que define su personalidad, ... les hace ricos o pobres, ... listos o menos listos, ... felices o desgraciados ... verían que son unos imbéciles integrales sólo por que su punto de encaje está donde está ...

nota de los autores a a modo de réplica:   es fácil el insulto y la descalificación constante por parte del narrador .... al fin y al cabo, si la culpa de nuestra estupidez es la posición del punto de encaje, no se puede hacer nada, ... es más, ni siquiera sabemos que exista el tal "punto de encaje" ... no hay ninguna constancia propia, ... sólo palabras ... está claro que la razón domina nuestra vida de un modo absoluto y sin otra escapatoria que el manicomio ... que nos obliga a actuar como robots desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, ... que incluso justo antes de dormir nos damos pena a nosotros mismos ya que el resto del día no hemos tenido tiempo ni para eso, ... como para pensar y actuar todo el día asumiendo la existencia del punto de encaje, .. y mucho menos del "Ëspíritu"  ... asumiendo, por un instante, que todo lo que pensamos y hacemos depende únicamente de la posición de un punto llamado de encaje o donde encaja la percepción que tenemos del mundo ... no hay manera de asumir el camino del guerrero "full time"... lo urgente de la vida nos hace olvidar la maravilla que nos rodea, ... somos ciegos a los que aterroriza la posibilidad de "ver" ... no tenemos manera de sacudirnos el miedo a la enfermedad, ... a la pobreza, ... al aislamiento social, ... al abismo sin red ... sólo Don Juan nos puede aliviar momentáneamente : 

" Descanso, refugio, miedo; no son más que palabras creadoras de estados de ánimo que hemos aprendido a aceptar sin tan siquiera cuestionarnos su valor".  

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